La niña y el Buitre

viernes, 2 de marzo de 2012 2 comentarios
El otro día tomandome una cerveza con unos amigos salió la conversación sobre fotos famosas, y una de las que mas tiempo estuvimos hablando es la fotografía de Kevin Carter de "La niña y el buitre". Dicha fotografía se llevó un premio Pulitzer y al mes, el autor se suicidó por el remordimiento al tomar dicha foto sin ayudar a la niña según dijeron algunos periodistas de renombre, tenia 33 años. El mismo dijo "Es la foto más importante de mi carrera, pero no estoy orgulloso de ella, no quiero ni verla, la odio" ¿Por que he decidido hablar de esto? Pues porque odio la manipulación, y al igual que nosotros estabamos equivocados, me gustaría que todos conocierais la historia.




Kevin Carter era un reportero gráfico sudafricano que formaba parte del llamado Club Bang Bang, formado por cuatro fotógrafos especializados en retratar la brutalidad durante el fin del apartheid en varios suburbios, ayudando con estas crudas fotografías a enterrar el régimen racista de Pretoria (existe una película llamada así "The Bang Bang Club" sobre estos fotógrafos).



En 1993 llegó con un compañero suyo a uno de los poblados convertidos en centros de alimentación de la ONU. Unas 15.000 personas se resguardaban alli huyendo de los combates con grave desnutrición y enfermedades como la malaria convirtiendolo en un verdadero festival de ayuda humanitaria. Carter y su compañero Joao Silva hicieron fotos cada uno por su lado de aquel espanto. A la hora de irse, y mientras la avioneta en la que se tenían que ir repartía los alimentos que traían, Carter se encontró con la escena, esperó a que el buitre entrara en plano y que desplegara sus alas para darle mas dramatismo a la escena pero como no lo hizo, le tiró una piedra al buitre para espantarlo y se fue, en total estuvo unos 20 minutos, no 3 horas recreandose como se dice en algunos sitios. Por esta imagen se llevó miles de criticas ya que todo el mundo pensó que esta criatura (que no era una niña sino un niño) se encontraba en un paraje desierto y que Carter lo había dejado allí a su suerte. La verdad es que el niño se encontraba a unos 20 metros de la puerta del poblado y no estaba desfallecido con un buitre detrás esperando a devorarlo. Estaba en un terreno usado como estercolero haciendo sus necesidades y el buitre estaba esperando para alimentarse, pero no del niño precisamente.

Aún así aguantó todas las críticas e intentó explicarse lo mejor que pudo, pero la gente sedienta de este tipo de situaciones macabras cargó toda su "conciencia" sobre el fotógrafo. Además de aguantar esta presión, su mejor amigo Ken Oosterborek fue asesinado mientras cubría un tiroteo en Johannesburgo. Carter se acababa de enterar de que iba a recibir el Pulitzer e iba de camino a una entrevista cuando oyó en la radio que dos de sus amigos habían sido heridos, cuando llegó al hospital, Ken había fallecido. Todo esto, unido a lo pasado durante su vida y al hecho de que era depresivo y adicto al White Pipe (marihuana, matacualona y barbitúricos) fue lo que le llevó al suicidio un mes después de recibir su premio, no el "no haber salvado" a la niña.


El otro final de la historia, es que el niño Kong Nyong, sobrevivió a la hambruna, ya que tal y como se puede apreciar en la fotografía llevaba la pulsera del banco de alimentos de la ONU, sin embargo a los 14 años falleció de fiebres.

Lo importante de esta historia es la manipulación de la gente, la ética en fotografía y lo que puede llegar a ocurrir por una mala información. Carter y sus tres camaradas dormían poco y consumían drogas de todo tipo. Pasaban sus días y sus noches en un acelere mental y en un estado de anestesia emocional casi permanentes. Si se hubiesen detenido un instante a reflexionar sobre lo que hacían, si hubiesen permitido que los sentimientos penetraran la epidermis, habrían sido incapaces de hacer su trabajo. El entorno era alocado, pero el trabajo era importante. Si se hubieran quedado en sus casas o se hubieran expuesto a menos peligro, habría habido más muertos, menos presión política para acabar con la violencia. Ésta era la contribución de Carter a la causa de sus compatriotas negros. Por ello, ¿hasta donde se puede considerar etico y quien puede considerar que es etico y que no lo es a la hora de hacer una fotografía?
Gran pregunta y gran tema a tener en cuenta.

Se que ha sido un tema mas triste que otras veces, pero es algo que me ha calado.

Besitossssss
Monica.

2 comentarios:

  • Anónimo dijo...

    Genial! siempre había pensado lo mismo sobre esta fotografía y nunca encontré las palabras que lo describiera.
    Saludos desde Argentina!
    Excelente blog

  • Raquel dijo...

    Menos mal que gente como tú sigue aclarando lo que realmente sucedía en el momento de hacer esa fotografía. Realmente es una gran fotografía, es espectacular.

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